jueves, 11 de junio de 2015

Declaración de intenciones


Cuando era inocente como un niño
no veía los ojos de tierra
ni las manos que, como guadañas,
siempre siegan los sueños futuros.

Cuando era inocente como un niño
no veía las lágrimas rojas,
las llagas de envenenados besos
que germinan en largas afueras.

Ahora la inocencia se ha ido
y con ella se lleva las rosas
que no crecieron en primavera.

Son las canas ahora las reinas
de un laberinto gris y sombrío
en el fondo de nuestras cabezas.

Cuando era inocente como un niño
no brillaba la maldad en mis ojos;
pero ahora que ya hemos crecido
nuestras bocas supuran silencios.

Cuando era inocente como un niño
no cortaban mis manos los frutos;
pero ahora al coger el racimo
nos complace que el árbol se pudra.

Pero aquí yo me planto y os digo
desde mi rincón frío y oscuro:
«Con palabras sin ritmo ni rima

hemos crecido al son del disturbio
para hacer lo que debe ser hecho:
declararle la guerra a este mundo.»  

martes, 2 de septiembre de 2014

A García Lorca


Algo jugaba en tus versos
con la sonrisa de un niño,
con las flores y los besos
y la luz de los sentidos;
pero cortaron del cielo
los jazmines y los libros.
«¡Federico!, ¡Federico!»,
pregunta la tierra al trigo,
«¡Federico!, ¿a dónde has ido?»

No te mataron cuchillos
sino un perdigón de sangre
que resonó como un grito
por entre los olivares
(un retumbar asesino
con esqueleto de alambre.)
«¡Federico!, ¡Federico!»,
susurra la rosa al lirio,
«¡Federico!, ¿a dónde has ido?»

Tuyo el recuerdo del búho
surge entre sus grandes ojos,
tuyo el silencio del luto
y el resoplar de los toros;
con el toque de difuntos
mueren los cisnes hermosos.
«¡Federico!, ¡Federico!»,
lamenta el viento al rocío,
«¡Federico!, ¿a dónde has ido?»

sábado, 26 de julio de 2014

El dolor


Decir que solo en el dolor confío
es razonable, necesario, incluso;
porque lo que no soy es un iluso
sino un conocedor del negro hastío

que nos devora pronto con su trío
de inacabables horas, e inconcluso
aliento de tormentas, y difuso
batir de sucias alas sobre el río.

Decir que en dolor tengo un amigo
es descifrar con mis palabras hueras
las mil verdades de que soy testigo.

Digo, pues, con mis manos aún parteras
de las memorias que traeré conmigo
que en mi dolor se agotarán las eras.

domingo, 8 de junio de 2014

La nada


En la playa se fijan las huellas
en la arena,
pero el mar, asesino implacable, las borra y deshace.

En mi rostro se trazan arrugas
como un mapa de angustias y penas
para en polvo quedarse
cuando muera.

En papel se registran ideas
que mañana serán olvidadas
y, al final, danzarán en el viento
cual retazos de plumas.

Un camino repleto de pérdidas,
una noche de imágenes pardas,...
El dolor que provoca el que todo se acabe
y triunfe la nada.

miércoles, 4 de junio de 2014

En marcha


En las calles resuenan
los gritos de las gentes y en palacios
antiguos se deshacen los emblemas
al sonar de los cantos.

¡Grita, pueblo, grita!

De Coruña a Sevilla
las plazas amanecen con banderas
tan nuevas, que envejecen las polillas
y se rompen las reglas.

¡Canta, pueblo, canta!

Desde Lleida a Granada
lo viejo se estremece con espanto
al ver que se le acaba la esperanza
de seguir estafando.

¡Marcha, pueblo, marcha
por las calles y pueblos de esta España
sumergida en fantasmas!

sábado, 17 de mayo de 2014

Anatomía de la sensación


Muerte,
vida,
las calles
vacías
y los mares
son de lágrimas.
El sol, el viento,
los cisnes muertos
y aullidos de gente
envueltos en llamas.

Mensajes sin respuesta
que esperan ser leídos,
los perros abandonados
llenan la noche con gritos
y prostitutas con descaro
que se drogan en las esquinas.
Los borrachos cantan las canciones
que en la noche elevan a los dioses
en un mundo de gente con ojeras
que castiga a los hombres con desdicha

se canta a la muerte. Se canta a la muerte

que castiga a los hombres con desdicha
en un mundo de gente con ojeras
que en la noche elevan a los dioses.
Los borrachos cantan las canciones
que se drogan en las esquinas
y prostitutas con descaro
llenan la noche con gritos.
Los perros abandonados
que esperan ser leídos.
Mensajes sin respuesta

envueltos en llamas
y aullidos de gente.
Los cisnes muertos,
el sol, el viento,
son de lágrimas
y los mares
vacíos,
las calles,
ríos,
muerte.

sábado, 10 de mayo de 2014

Odessa


En el este liberan los demonios
de la guerra y la muerte, el cielo tiñe
a sus nubes con sangre de inocentes
que en el fuego se mueren indefensos.

En el oeste se nos miente siempre;
en el oeste no se ven las víctimas
si no las cubren barras y estrellas
u otras insignias llenas de ignominia.

En el este los nazis avasallan
y patrullan las calles con sus botas
tan manchadas de sangre como antaño
mientras violan a niñas sin piedad
y cuelgan a gente.

La muerte y la sangre,
la mentira y la guerra,
y el grito de las niñas...

Las palabras y el ritmo se deshacen
en lágrimas
y con un grito sordo
se rompen las formas
para denunciar la injusticia
y a los perros que matan
en el este
y a los perros que callan
en el oeste.